Restaurant la gitana
El restaurant la gitana en el valle de samana desafia su entorno agreste para proponer una cocina interesante con producto local e inspiraciones multiculturales.
Podríamos llamarla cocina remota de cercanía.
Desde primeras horas de la mañana, la gitana se transforma en un paraíso para los paladares más exigentes. Sus desayunos, abiertos al público con reserva previa, son una verdadera experiencia sensorial.
Aquí, cada plato es un homenaje a los ingredientes frescos y de temporada, cuidadosamente seleccionados para ofrecer sabores auténticos y sorprendentes. Aunque quedarse en El Valle Lodge es una experiencia hermosa y recomendable, disfrutar de un desayuno en La Gitana es un lujo que vale la pena probar, incluso si no te hospedas en el lugar.
El restaurante no ofrece almuerzos pero siempre hay alguna delicia del día sobre el mostrador para acompañar el café: carrot cake, brownies con almendras, galletas de manteca o budín de piña.
Con un menú fijo de tres pasos por la noche, los comensales pueden deleitarse con opciones que incluyen platos veganos y vegetarianos, cuidadosamente elaborados para resaltar la riqueza de los ingredientes locales. Al igual que los desayunos, las cenas también requieren reserva previa, lo que asegura una experiencia íntima y personalizada.
La Gitana no solo brilla por su comida; también ofrece una interesante selección de bebidas. Los vinos están cuidadosamente elegidos para acompañar los platos, y los cócteles son creativos y refrescantes. Uno de los destacados es el licor de Chinola, una especialidad local de Samaná que no se encuentra fácilmente en la zona, ya que la mayor parte se exporta. Probarlo en La Gitana es una oportunidad que vale la pena aprovechar.
Una cocina con historia y corazón
Detrás de cada creación culinaria está Carolina, la argentina dueña de El Valle Lodge, quien lleva las riendas de la cocina con una destreza que solo se adquiere tras años de viajar y explorar sabores alrededor del mundo.
Su experiencia internacional se refleja en cada plato, donde combina la herencia de su hogar con el respeto por la tradición y los ingredientes locales.
Los panes, amasados cada día en la cocina del restaurante, son un claro ejemplo de su dedicación y pasión por ofrecer una experiencia gastronómica única. Claramente el nombre Gitana hace alusión a su estilo de vida, capaz de levantar campamento y re armar un hogar en cualquier lado, con la risa como bandera.
El Restaurant La Gitana es más que un simple lugar para comer; es un refugio gastronómico donde la naturaleza salvaje de Samaná se encuentra con la creatividad culinaria posible en circunstancias remotas.
Cada comida es una celebración de la vida, el sabor y la autenticidad. Un lugar donde cada bocado cuenta una historia, y cada visita se convierte en un recuerdo inolvidable.
Conoce La Gitana AQUI